Aprendizaje

El fin de semana nos fuimos con un grupo de amigos a una casa rural. Lo pasamos realmente bien. Nuestros hijos corriendo libremente, alimentando a los caballos, disfrutando de paseos en el bosque. Deberíamos hacerlo más a menudo. El único detalle que creo que hubiera podido mejorarse para que hubiera sido perfecto fue la comida. En un grupo de diez adultos y nueve ninos era la única vegetariana. Nos dividimos las comidas entre las familias y cada una tenía la responsabilidad de disenar el menú para todos. Es difícil para un vegetariano transmitir lo que significa la alimentación, que va más allá de llenar el estómago y quitarse el hambre con cosas que apetezcan. Sin embargo, me llevé la grata sorpresa de que una de mis amigas tuvo el detallazo de preparar una cena libre de carne para todos. La verdad no me lo esperaba, y me hizo sentir apoyada y comprendida. Sé que he elegido tomar el camino difícil y que encontrándome aun en el principio de este camino tengo ganas de decirle a todo el mundo que soy vegetariana y compartir mi visión de las cosas. Sin embargo he aprendido que para muchos puede ser violento, incómodo o penoso y debo entender que la manera más fácil de evidenciar que ha sido una buena desición es poniendo el ejemplo, siendo coherente conmigo misma y respetando las elecciones de los demás. A la hora de hacer cuentas pedí que "por simbolismo" no me hicieran pagar la carne que habían consumido. La mayoría reaccionó neutralmente a mi petición pero mi esposo opinó que era una acción de proselitismo, injusta y fuera de lugar. El camino del vegetarianismo, en mi caso, es un camino de búsqueda interior, parte de una inquitud de realización propia. Así que admito que probablemente debería de haber ignorado este detalle y permitido que las cuentas se hicieran iguales para todos. Soy vegetariana, pero ello no me hace mejor ni peor al resto, y si he de pagar por el alcohol que no bebo y la carne que no como, no me va a pasar nada, como tampoco voy a crear ninguna consciencia en mis amigos tan sólo por negarme a hacerlo.