El discreto encanto de un fin de semana...

Estoy completamente exhausta del fin de semana. Estoy, como se dice aquí "hecha polvo". El viernes nos animamos y fuimos a la fiesta de cumple de un amigo. La fiesta resultó una agradable sorpresa, estuvimos nada más y nada menos que en casa del Cónsul (omitiré más detalles para no echar de cabeza a nadie) en pleno centro de Barcelona. Entre gente agradable, un ligero toque de excentricidad, arte y glamour predominantemente gay, lo pasamos bastante divertidos hasta que mi panza dijo basta! y nos pasamos a retirar cerca de las 2 la mañana. Es curioso el mundo desde la perspectiva de una embarazada...ni las fiestas se viven igual, se siente una como el objeto más frágil y preciado del entorno. Y no es queja, se agradece. La verdad es que a punta de agua, no es tan fácil aguantar toda una noche de jolgorio y "dancing". "We want dancing right now" repetia el Cónsul atado al mando que controlaba el volumen de la música mientras movía alegre y bohemiamente su barriguita.
En fin, que al día siguiente nos fuimos a una cena familiar en Cadaqués y ayer domingo procuramos, sin mucho éxito, reponernos de tanto ajetreo....
Nótese mi cara de aguuuuuuuusto en la hamaca (y al fondo, las marihuanas que están creciendo los vecinos).

Hoy lunes siento la pesadez en todo mi redondeado cuerpo. Las noticias sobre los últimos eventos políticos en México no son muy alentadoras, uno ya no sabe si llorar o reir...
A estas alturas del partido, como diría mi mamá, comienzo mi retirada del mundo laboral...según yo aguantaré 4 semanas más y ahora sí a empollar el huevo de tiempo completo. Panza me lo exige y mi cabeza ya no da para más. Hay que prepararse para todo lo que viene.
Feliz septiembre para todos.